lunes, 23 de febrero de 2009

cosa seria.

M subió cinco pisos por la escalera. Descansó un ratito y pensó que tenía que volver a a jugar tenis, se acordó de su revés con dos manos, pensó que estaba fuera de estado y se imaginó que estaba en otra ciudad, en alguna donde hablan otro idioma. Se quedó leyendo las indicaciones para prender un matafuego y pensó un poco en la persona que redactó esas instrucciones. Tuvo ganas de conocerlo. Pasaron dos minutos y se acordó de su familia. Maria Marta, Ricardo, Lucas y José. Se imaginó un diagrama de ven y en ese diagrama metió a su familia y ella se colocó afuera. Se rió de esa imagen y probó escupir lejos. Le gustó. Se sentó en el piso del pasillo. ¿Qué hago con esta carta? Se le metieron algunas voces en su cabeza, trató de no escucharlas y empezó a imitar el sonido de una abeja hasta que el sonido de su celular ganó. Maria Marta.

- ¿Dónde estás?
- En lo de Pedro.
- ¿Cómo está Pedro?
- No lo vi.
- ¿Vos tenés llave de su casa?
- No, no entré.
- ¿Donde estás?
- En el pasillo del edificio del departamento de Pedro.
- ¿Venís a cenar?
- No.
- Viene Ruth con la hija que parece que quiere estudiar lo mismo que vos y Ruth quería que se junten…A ver, pará que parece que tengo una llamada por la otra línea, ¿qué hago, corto?
- Mandale un beso a Ruth, no vuelvo a dormir.

M decidió apoyarse en la puerta del departamento de Pedro. Cerró los ojos. Le hubiera gustado poder llorar, pero se quedó dormida. Ahí.