miércoles, 27 de febrero de 2008

Cecilia (y su bronca).

La única que veo es Graciela, la señora que trabaja en la casa. Llega Cecilia y como si nada, le habla:

- El sábado pasado fui a la iglesia. No pude resistirme. Me puse ropa de mi mamá, me hice un rodete en el pelo, gafas negras para despistar y ahí estuve. Llegué antes que todos. Estaba todo arregladito. Había perfume a jazmín y un escarabajo amarillo a la salida. Nada original.

Graciela no la escucha. Tiene la capacidad de abrir los ojos, levantar las cejas en el momento indicado, lograr expresiones que reflejen atención y dejar que su mente vaya a otro lugar sin ninguna traba. Está esperando que suene el teléfono. Mira a Cecilia y mira al teléfono, como si con su mente y su mirada pudiera hacerlo sonar. El teléfono, por fin, suena. Una vez, dos veces y en la terecera atiende.

- Hola, ah si ¿ Cómo le va Gutiérrez?…Sí, Graciela habla. Claro, claro, ayer por la tarde llamé. Si, a esa hora debe haber sido. Bueno le cuento, básicamente el inodoro es el inconveniente, claro, digamos, cuando uno acciona el sistema de la cadena, no, no, eso anda perfecto, no se preocupe. Pero por abajo, la parte inferior del inodoro. Si por ahí, digamos un problema de sellado. (pausa). Hará tres meses. Bueno, perfecto y digamé Gutiérrez, ¿usted podría darse una vueltita mañana? Eso únicamente, quedamos así, muchas gracias Gutiérrez. Hasta luego, hasta luego.

Cecilia esperó que Graciela termine de hablar y se sentó en la mesada para continuar.

- Y Guille, Guillermo estaba igual al padre, pero más lindo, con un ramillete acá, en el hojal, y un traje a rayas. Él siempre decía que los trajes a rayas te hacen más alto. Tiene razón. No tenía en el pelo ese gel que le gusta ponerse cuando tiene una fiesta. Pasó al lado mío, no me vio. Ella, en cambio sí me vio. Me clavó la mirada, se le dibujó una sonrisita al reconocerme. Todos los malditos poros de su rostro parecían estar gritando: Para vos Cecilia, para vos. Tenía un vestido simple, clásico, aburrido, recto, largo, pálido. Como ella. Nada original.

1 comentario:

Luis Garay dijo...

y guille, como el padre, pero más lindo...me encantó, jua. también la incursión del llamado, y del innodoro.....yo, yo me baño dos veces al día, mañana y noche