martes, 20 de noviembre de 2007

me acuerdo

cuando me divertía cortando papas y haciendo sellos para después estamparlos con seis o siete colores distintos sobre pedazos de telas blancas. estaba convencido que eran los mejores repasadores del mundo. exclusivísimos. se los regalaba a mi mamá con una sonrisa enorme. pero no me gustaba que los use. sólamente los quería ver colgado en la manija del horno.

No hay comentarios: