viernes, 14 de marzo de 2008

Tomá asiento.

- ¿Cómo te vas a cortar?
- Sólo las puntas. Me gusta tenerlo largo, pero así es cualquier cosa, ya perdió forma. Pero no lo quiero corto.
- Esta bien…¿Vivís cerca?
- A dos cuadras.
- Claro, cerquita. Es lindo ir a los lugares cuando quedan cerca.
- Si…
- ¿Te molesta el perro?
- No…
- No, yo pregunto porque por ahí a alguno le jode. Este no hace nada, ni ladra. Come, caga y mira. Pero qué se yo, por ahí alguno lo mordió de chico un perro, ven uno y se espantan. El que se quemó con leche, ve una vaca y llora, dice el dicho.
- Claro, pasa.
- ¿Vos tenés perro?
- Gatos. Dos gatos tengo.
- Ah mirá, yo no soy muy amigo de los gatos. Son más vivos que los perros, son otra cosa, pero me dan un poco de desconfiaza.
- Son independientes los gatos, eso me gusta.
- Ahora los que no entiendo son los que tienen canaritos. Pobres bichos, qué culpa tienen, ahí encerrados...
- Si...puede ser.
- Yo cuando era chico tenía un perro mitad collie y un quirquincho como mascotas. Eso para mi era normal. Al quirquincho le decíamos mataco, que en realidad es otro nombre que tienen los quirquinchos. Mi viejo lo encontró con un tío en la ruta. Ahí estaba el loco, al costado del camino.
- Aha…
- De Chaco volvían. Decidieron traerlo a mi casa. Yo no sé si eso es legal, si se podía o no, pero ellos lo trajeron. El mataco jugaba todas las tardes con mi perro. Fijate que no tengo tantos recuerdos del mataco. No te vas a creer que era una mascota de esas que uno se las sube a upa y les hace cariñitos. Era un mataco...
- Claro...
- Una vez el perro, juguetando, así hinchando las pelotas entre ellos, lo mató. Al principio pensé que mi vieja me decía que fue sin querer para que yo no le agarre bronca al perro. Pero era cierto, el choco estuvo deprimido varios días y no comió por una semana. Por lo menos dos semanas le duró la tristeza al perro.
- Disculpame...
- ¿Sí?
- Creo que de largo estaría bien ahí. Más no.
- Uh, disculpame vos a mi. Me largué a hablar...
- No, esta bien. Ahí me parece que está bien.
- ¿Te pongo gel?
- No, así esta bien. Sin gel.

1 comentario:

Vespertine dijo...

Si, a veces los peluqueros también necesitan su catarsis. Y justo va uno, que no es de hablar mucho.

Me gustan tus hitorias. Son de carne y hueso.